Globo terráqueo de 30 cm de diámetro. Sistema de iluminación Led. Programación con arduino. Muros de fronteras de cobre con soldaduras en estaño. Meteorito piedra volcánica. Pinto con vidrio y guardias de seguridad
DEEP IMPACT, Es un globo terráqueo con todas las fronteras del mundo con muros y explosiones en las zonas de conflicto con distintas intensidades, mientras pasa rozando la tierra un meteorito.
Curatoria
© Marisa Caichiolo
Registro fotográfico
© Norton Maza
Qué más apropiado para hablar de lo microscópico que usar una escala interplanetaria.
Qué más preciso para sentir el daño que nos rodea y nos hace sufrir que alejarnos a terámetros de distancia.
En Deep impact el espectador se sitúa en una perspectiva distinta y distante, quizás desde un satélite orbitando, puede que desde otro planeta. Ve reflejado su rostro en una vitrina que acoge la obra, que se muestra como objeto de lujo, o como espécimen científico en un gabinete de un museo de historia natural. Es un pequeño globo terráqueo intervenido y una diminuta piedra volcánica. Suficiente para mostrar la grandiosidad de nuestra devastación.
El planeta Tierra asolado por decenas de nubes provocadas por gigantescas explosiones que se encienden y se apagan. Países en conflicto —cuanto mayor es la contienda, más grande es la explosión— cuyos límites están contorneados por enormes fronteras, visibles desde el espacio exterior. Una mirada de astronauta atemorizado por la posibilidad de no volver nunca a casa, porque el hogar está amenazado. Por si fuera poco con las guerras internas, un meteorito, una sentencia de muerte, avanza hacia nuestro planeta.
Un Armagedón sin guion de Hollywood, sin Bruce Willis, sin Tom Cruise, sin un Arnold Schwarzenegger que nos libre de la aniquilación definitiva. Un impacto profundo con doble sentido. El que va a sufrir la Tierra de manera inexorable, y el que siente el público al toparse, frente a frente, con la consecución de los peores presagios. Las películas blockbuster de “salvar al mundo” funcionan en taquilla por un solo hecho: tienen final feliz. ¿Deep impact también?
Texto: Juan José Santos