“VIENTOS DE LUZ”
Futura escultura pública nacida de una co-creación Norton Maza & Mathias Klotz www.mathiasklotz.com
“VIENTOS DE LUZ”
MAZA & KLOTZ
ESCULTURA PÚBLICA EN EL EJE FUNDACIONAL DE SANTIAGO DE CHILE
En un mundo cada vez más necesitado de encuentro, diálogo y sentido de comunidad, la obra “Vientos de Luz” emerge como un gesto simbólico de unidad. Se alza sobre el punto cero de Chile, en la intersección de la Alameda con la Norte-Sur, en pleno corazón del país, justo sobre la estación de Metro Los Héroes. Un lugar cargado de historia y tránsito, que se transforma ahora en un espacio de contemplación, reencuentro y proyección simbólica hacia la regeneración del alma y los desafíos del porvenir.
La escultura se concibe como un organismo compuesto por dos cuerpos interdependientes, en tensión armónica: el núcleo y sus extensiones. Al igual que un átomo en equilibrio, su fuerza emana de la energía que fluye entre sus elementos.
EL NÚCLEO – CUBO / DIAMANTE
En el centro, un cubo sólido de color violeta oscuro simboliza la estabilidad, la permanencia y la perfección geométrica. Su forma inmutable representa lo esencial, aquello que permanece verdadero desde cualquier perspectiva. Esta figura se asocia, en la geometría sagrada, al elemento tierra y al chakra raíz, anclándonos, sosteniéndonos y conectándonos con lo concreto y lo real.
Sin embargo, el cubo no es estático: al caer la noche, una luz interior comienza a emanar, revelando una nueva dimensión. El cubo se transforma ópticamente en un diamante, símbolo de pureza, fortaleza, claridad y eternidad. Esta transformación representa un renacer, el paso de la materia densa a una expresión elevada, luminosa y espiritual. Así, la escultura muta con la luz y el tiempo, convirtiéndose en un cuerpo vivo que respira con el ritmo del día y la noche, cargándose de energía para compartirla en la oscuridad.
EXTENSIONES – ALAS / PÉTALOS – VUELO / METAMORFOSIS
Desde el núcleo emergen seis grandes estructuras angulosas, por una cara doradas y por la otra cromadas, que pueden interpretarse como alas, pétalos o incluso extremidades en expansión. Este carácter ambiguo invita a la interpretación sin imponer un sentido cerrado. En el espacio público, esa apertura a múltiples lecturas es oro.
Lo que a simple vista pueden parecer alas también se revela como la imagen de una flor en pleno gesto de apertura, o el instante detenido en la metamorfosis de una mariposa. Esta dualidad genera un diálogo constante entre materia y símbolo, entre lo urbano y lo espiritual.
Las extensiones simbolizan el vuelo, la libertad, la trascendencia y la esperanza. Como un velo suspendido, permiten ver la ciudad a través de su transparencia, evocando el momento justo en que algo está a punto de alzarse: una transformación en curso, una energía contenida a punto de desplegarse.
ENTRAMADO – SUJECIÓN Y POÉTICA
Los tensores de acero que sujetan la escultura no son solo un elemento estructural, sino parte integral de su lenguaje visual. Estas líneas de tensión dialogan con el conjunto de la obra, aportando ritmo, dirección y continuidad. Así, la sujeción trasciende su función técnica y se transforma en símbolo: una conexión entre la forma elevada y el suelo que la sostiene, entre lo que asciende y lo que permanece anclado al territorio.
UNA FLOR EN EL CORAZÓN DE LA CIUDAD
Desde el pavimento, “Vientos de Luz” se abre como un Dedal de Oro, esa flor nativa amarilla/naranja que brota con fuerza a lo largo de las rutas chilenas cada primavera. De igual forma, esta escultura se alza en el centro de Santiago como una flor de luz, expandiéndose en sus múltiples interpretaciones y dialogando con la ciudad y con quienes la transitan.Su emplazamiento, cargado de significado histórico, geográfico y emocional, refuerza el mensaje de la obra: en el centro de todo, hay una energía transformadora, una luz que une, que eleva y que invita a imaginar nuevas formas de convivir. Una estructura que invita a detenerse, respirar, observar y volver a comenzar.